jueves, 8 de marzo de 2012

estomulacion temprana

tro aspecto fundamental a la hora de elegir la música apropiada para tu bebé es que durante el embarazo tu hijo se acostumbró a oír el latido de tu corazón. Debes saber que cuando la madre está relajada, la frecuencia cardíaca es relativamente baja. Sin embargo, cuando al madre está nerviosa, su frecuencia aumenta y el niño aprende a asociar este hecho con la presencia en sangre de las sustancias que se liberan en las situaciones de ansiedad, y que también aumentan su propia frecuencia cardíaca. Para confirmarte este dato te diré que existe un pequeño aparato, destinado a tranquilizar a los niños cuando van a dormir, que emite unas setenta veces por minuto el sonido de un latido cardíaco filtrado por un líquido de consistencia similar al líquido amniótico. Al oírlo, los niños tienden a tranquilizarse y dormirse. A la inversa, si se acelera ese ritmo hasta 125 latidos por minuto, se despiertan agitados y llorando.
Así pues, teniendo en cuenta la información científica y las irrefutables experiencias reales lo más recomendable es que tanto durante el embarazo como una vez ha nacido el bebé nos rodeemos de un ambiente musical en el que abunden los sonidos de más de 1500 Hz y con un ritmo cercano o inferior a setenta por minuto. Y ¿en qué música sucede esto? Aquí tienes la respuesta:
  • en el canto gregoriano
  • en numerosas composiciones de Mozart
  • en numerosas composiciones de Vivaldi
Las ventajas que le aporta al bebé este ambiente musical van más allá de relajarlo y darle placer, que no es poco. Lo más importante es que la activación de las áreas auditivas del cerebro provoca el establecimiento de un mayor número de sinapsis (conexiones neuronales) en esas áreas con lo que estás incrementando la futura habilidad auditiva de tu hijo, incluidas sus aptitudes musicales e idiomáticas.
Así pues, mi recomendación: adquiere, si no tienes aún, composiciones de Mozart, Vivaldi y canto gregoriano y rodea el ambiente de tu bebé con esa música. Aquí tienes un par de enlaces donde puedes conseguirla gratis: Wikipedia y ClassicalArchives.
Presta especial atención al volumen, que debe ser suficientemente intenso como para que lo oiga pero no tanto como para que le resulte molesto. Y sobre todo, disfruta con tu bebé de la música y, si además bailas mientras lo tienes en brazos, estarás estimulando también su sentido del equilibrio.
Disfruta cuanto puedas de todos momentos con tu bebé, cada uno de ellos es mágico… y dale amor, amor y más amor.

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